Cada año se recogen 8000 kilos de uva, que se transforman en 5600 litros de vino albariño.

Para la elaboración del vino utilizamos unicamente la uva de nuestras propias fincas. Mimamos el viñedo y ponemos especial cuidado en la poda buscando la calidad del racimo y no la cantidad. Durante todo el año hacemos un seguimiento constante del viñedo y cuando al uva esta en su punto óptimo de maduración se recoge manualmente.

La recolección se realiza sin prisas y después de que los primeros rayos del sol sequen las posibles gotas del rocío. A medida que se van recogiendo se van despalillando en la bodega, para que el tiempo, desde el corte al despalillado, sea el menor posible.

Se macera con las pieles a temperatura ambiente entre 18 y 20 horas. A continuación se prensa y se deja decantando en cuba de acero durante 24-30 horas, tiempo suficiente para que las impurezas se depositen en el fondo. Después el vino se trasiega a otra cuba en la que, de forma totalmente natural empezará la fermentación alcohólica, y meses después la maloláctica.

Transcurridos unos 16 meses el vino que ha estado todo ese tiempo reposando sobre sus lías se filtra y embotella. El resultado es un vino dorado pajizo, amplio en la boca, persistente, con acidez equilibrada y sulfito en baja cantidad.