Paris es una persona impulsiva, entrañable, y muy apasionada, Heredo de su padre la calma y el orgullo, de su madre la pasión, la serenidad y la sonrisa.

Cuando empezó con el proyecto no dudó en hacer las maletas y regresar a su tierra natal. Paris es la eterna

Los que lo conocen saben lo lejos que puede llegar por un buen vino. Perfeccionista y creativo, su vida siempre estuvo unida a la bodega su proyecto de fin de carrera, fue la identidad corporativa de su bodega, quitando la mayor calificación de su promoción. Como el dijo «eso es fácil si pones tu corazón en lo que haces».

Evaristo mas que un bodeguero es un artesano, sólo así se explica el cuidado personal que pone en sus vinos, desde la cepa a la botella. Con sus casi 80 primaveras, Evaristo no entiende de modas, ni de tecnologías, pero sÍ sabe escuchar al vino, para él el proceso de elaboración es natural, lento  y no se debe acelerar. Como el dice “Estará listo sólo cuando el vino decida que esta listo”.

Parisina es la alegría de la casa, con su sonrisa permanente, ilumina todos los rincones de la bodega. Cualquier evento en el que ella participa se convierte en un éxito. Mujer moderna y adelantada a su época, a los 20 años ya tenia su propio negocio, es defensora a ultranza del papel de la mujer empresaria. […]